Hojaldres con nata

Hoy queríamos celebrar el día del padre ya que mañana no es fiesta. El papi quería su tarta preferida que es la de zanahoria, pero no siempre salen las cosas bien y no me convencía como había quedado el bizcocho, así que no le he puesto la cobertura y lo aprovecharemos para desayunar. Pero claro, quería un plan B, como tenía que ser algo rápido he optado por unos hojaldres rellenos de nata. Estos no han defraudado y estaban buenísimos.
Aprovecho para felicitar ya a todos los papás, en especial al mío que es un estupendo padre y sin duda un mejor abuelo y al papi de mis peques al que ya se han encargado de dar mimos sus peques hoy, Hugo hasta le ha hecho un barco esta tarde para que se lleve a la oficina.

INGREDIENTES

•  1 lámina de hojaldre refrigerado (a poder ser de mantequilla).
•  Azúcar para espolvorear 
•  400 ml de Nata para montar
•  5 cucharadas de azúcar para la nata
•  ( opcional) azúcar glass para adornar

PREPARACIÓN 

•  Precalentar el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.
•  Desenrollar la masa de hojaldre, dejarla sobre él mismo papel de horno que viene o poner uno nuevo en la bandeja del horno.
•  Espolvorear con un poco de azúcar por encima de la masa.
•  Cortar con un cuchillo bien afilado rectángulos del mismo tamaño y colocarlos sobre el papel de horno procurando que no se toquen aunque crecerán sobre todo hacia arriba.
•  Pinchar con un tenedor los rectángulos de hojaldre para que no suban demasiado.
•  Los metemos en el horno unos 10-15 minutos, hasta que los veamos subir y estar doraditos.
•  Los sacamos del horno y los dejamos enfriar mejor sobre una rejilla. 
•  Mientras se enfrían podemos montar la nata, para ello en un bol metálico a ser posible y con la nata muy fría batimos con la batidora sin moverla mucho al principio, cuando veamos que empieza a montarse ya podemos subir un poco la batidora. Una vez montada añadimos 4 o 5 cucharadas de azúcar y volvemos a batir para integrarla. Una vez bien montada la reservamos para rellenar los hojaldres.
•  Una vez fríos como habrán subido unos dos o  tres centímetros, con un cuchillo de pan afilado los cortamos por el medio para poder rellenarlos.
• Rellenamos con la nata ayudándonos de una manga pastelera o directamente con la cuchara. Opcionalmente podemos espolvorear un poco con azúcar glass y listos para comer. En menos de media hora tenéis un postre que es muy resultón.